Cristián Cruz MACKAYINOS EN EL TIEMPO

Cristián Cruz MACKAYINOS EN EL TIEMPO

¿Qué historias escuchaste del Mackay y qué te llevaron a poner a tu hijo en el colegio?

En nuestro entorno familiar, siempre escuchamos lindas historias y recuerdos del Colegio.
Por el lado materno de hijo Juan Martín, desde su tatarabuelo con sus 6 hermanos que estudiaron en el Colegio del Cerro Alegre y que vivieron en la Casa de Thomas Somerscales, hasta sus abuelos que se casaron en la actual casona blanca del Colegio.

¿Qué nos llevó a poner a nuestro hijo en el Colegio?

La verdad que nunca nos planteamos otra opción. Vivíamos en Santiago y nuestro norte siempre fue cómo volvernos a Viña del Mar, para que nuestros hijos pudieran tener la misma educación y calidad de vida que nos tocó vivir. Las cosas se fueron dando (o las fuimos forzando para que se dieran) y finalmente con harto esfuerzo logramos volver a vivir a Reñaca.
Al principio hubo bastante sacrificios, ya que debía viajar todos los días a Santiago por trabajo, mientras pensábamos cómo reinventarnos acá.
Renunciar a “hacer carrera y crecer” en grandes compañías, por buscar calidad de vida para nuestros hijos. Finalmente,todo resultó y hoy estamos felices de estar acá.

¿En qué años estudiaron en el colegio los familiares de tu hijo Juan Martín?

Pregunta nada de fácil, pero lo que he podido recopilar sería más o menos así:
Su tatarabuelo, Carlos Balbontín Sánchez y sus 6 hermanos estudiaron en el Colegio del Cerro Alegre. Ellos vivían en la Casa de Thomas Somerscales que actualmente es un Hotel Boutique. Fue alumno de Mrs. Sutherland y el Rector era Mr. George Sutherland. El año que egresó del Colegio, asumió como rector Mr. George Robertson.
Ya como ex alumno, fue director del Colegio por algún tiempo desde el año 1956.

Su bisabuelo Carlos Balbontín Walls, estuvo sólo algunos años, porque el colegio cerró sus puertas entre los años 1928 y 1939.

Por el otro lado, su otro bisabuelo, don Santiago Zolezzi Devoto también estuvo en el colegio. Más de alguno se debe acordar de él porque fue además presidente del Directorio harto tiempo y hace algunos años le hicieron una linda entrevista que publicaron en Instagram y otros medios del Colegio. El “Nonno” era un fanático enamorado de su Colegio. En su casa se podían ver galvanos, insignias, corbatas y todo tipo de decoración mackayina puesto en la mesa central del living, como si se tratara del tesoro más hermoso y elegante de toda la casa. Siempre había una linda anécdota del colegio y a veces incluso se cantaba el himno del colegio.
Sus tíos abuelos (Santiago, Alfredo, Andrés y José) y todos sus tíos, también estuvieron en el Colegio.

El Abuelo de Juan Martín, es Gonzalo Balbontín Gubbins, también estudió en el colegio. Para los más viejos, se trata del famoso “Motoneto”, que parece corría muy rápido, al igual que su hijo (y tío de Juan Martín) Matías Balbontín Zolezzi, el “Rata”, mackayino de corazón y que aún juega Rugby en Europa.

Gonzalo se casó con Constanza Zolezzi Garretón el 7 de abril del año 1979 en la actual casona Blanca de The Mackay School. El matrimonio fue en el actual hall de entrada y salón Somerscales.

Finalmente vengo yo, el papá de Juan Martín, que estuve en el colegio desde el año 1983 hasta 1995. En mi caso, primera generación, también con muy lindos recuerdos del Colegio. Mis hermanos Rodrigo (Charly) y Francisco (Chino) siempre con los mejores recuerdos del colegio.


¿Cuéntanos de tu propia historia en el colegio?

Ingresé al colegio el año 1983 en Kinder y siempre practiqué todos los deportes. Antes uno tenía que hacerlos todos, rugby, fútbol, atletismo y Cross Country. Algunos los practicaba con más ganas que otros, pero en general tampoco había mucho donde elegir. Éramos 36 alumnos de la generación, lo que te obligaba a tener que hacerlas todas.
Tuve el orgullo de ser elegido Capitán de la Casa Somerscales y el año que egresé, salimos campeones. La Prain Cup recuerdo me la entregó Mr. Alberto Hicks. Realmente un muy bonito recuerdo.
En Tercero Medio fui elegido Tesorero del Student Council (hoy conocido como Centro de alumnos CEAL). Fue una experiencia muy entretenida. Me acuerdo que hicimos hartas actividades con otros colegios de Viña.
En los estudios me fui por el lado de las ciencias, pero terminé estudiando Ingeniería Comercial.
Recuerdo a varios profesores, algunos con mucho cariño, sobre todo los de ciencias cómo Gumaro Espinoza y Gustavo Sierralta, inspectores, auxiliares, etc., y al  Sr. Reinaldo Lefián, jefe de disciplina, una gran persona. Muchos le tenían mucho miedo y respeto.
Don Julio Kramer, un personaje, y cómo no, la Miss Teté Briceño. Ella fue profesora de mi curso paralelo en Kinder, el año 83. Personas como ella, Mathew Taylor, Kiko Iriarte, Rodrigo Boye y otros mackayinos de corazón y alma, le siguen dando identidad y mística al Colegio.
En Cuarto Medio fui Prefect de los Segundos Medios. De ese curso tengo amigos hasta el día de hoy.
Cómo generación nos tocó la primera Europe Tour. Desconozco si antes del año 1995 se hacía, pero si tengo claro que a nosotros nos tocó retomar esta linda gira.
La generación 95 tuvo el viaje de estudios a Brasil, Uruguay y Paragua y en Tercero Medio y pasando a Cuarto Medio la gira a Europa. ¡Así que podríamos decir que salimos premiados!

Anécdotas recuerdo muchas. Algunos compañeros y conocidos nuestros, fueron las últimas generaciones que vivieron en el internado del Colegio y cada semana llegaban contando una nueva historia, unas más increíbles que otras.
Entre muchas, les voy a contar de la última pelea de box que  se produjo en la piscina del colegio. En ese entonces, estaba con arena de playa, lo que la convertía en un cuadrilátero perfecto.
Si tenías un problema con algún compañero, simplemente ibas a hablar con el jefe de deportes (en este caso era Chuma Bengoa) y lo podías solucionar en un combate, que yo creo duraba unos 15 minutos o el largo del primer recreo de la mañana.
Se comunicaba el suceso en los cursos del patio grande y todos íbamos a ver la pelea, parados alrededor de la piscina, mientras que los contrincantes esperaban las instrucciones del árbitro dentro de la piscina con los guantes de box puestos.
Luego se pegaban con todo durante unos minutos y terminaban dándose un abrazo y ahí se solucionaba el problema.

¿Qué valores te dejó el Colegio?

El Colegio me dejó muchos valores, pero destaco la amistad y la lealtad. Hasta el día de hoy, mis amigos siguen siendo mis compañeros de Kinder y que nadie me los toca. Son como mis hermanos.  Están mis hermanos de sangre (Charlie y Chino) y los hermanos que me dio el Colegio Mackay.
Ahí está presente parte de nuestro himno del Colegio “…Friendship now and friendship ever…”
No nos vemos ni conversamos en años, pero cuando alguien tiene algún problema de verdad, ahí estamos todos para apoyarnos. Desde una talla para romper el hielo, hasta un consejo o ayuda más profunda.

¿Qué significa para ti ser mackayino?

Es un orgullo y un regalo. Doy gracias a mis papás de habernos puesto en este colegio. Mi padre es Marino y podría habernos metido en cualquier otro colegio.
Con algunos amigos de esta y otras generaciones, cuando nos preguntan de qué equipo somos, simplemente decimos que somos mackayinos, de Old Macks.

Cuéntanos de tu hijo. ¿En qué curso está?


Juan Martín vendría a ser quinta generación en el colegio y actualmente cursa Cuarto Básico.
Llegó al colegio en Playgroup, en el año 2019. Lo pasa increíble y ya veo en él un poco de lo que les describí más arriba. Tiene algunos compañeros que son como sus hermanos y se cuidan mucho entre ellos.
Siempre muy orgulloso de su colegio, pero aún no tiene idea de esta “cuasi dinastía” de su familia en el colegio. Seguramente se enterará cuando sea un poco más grande y se sentirá aún más orgulloso de ser mackayino.

¿Algún mensaje que quisieras dejar en este contexto de varias generaciones de mackayinos?

Siempre lleven el nombre del Mackay con mucho orgullo y respeto. Seguramente se les van a abrir muchas puertas en la vida.

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