Cuando el lema es “Vence el que se vence”

Una apretada agenda es la que vive por estos días Carlos Muñoz en Roma. Y es que este mackayino, generación 98, trabaja como Global Marketing Manager viendo parte de las comunicaciones corporativas de World Food Programme (WFP), de Naciones Unidas,  organización que el 9 de octubre pasado recibió el Premio Nobel de la Paz.

“Fue una tremenda noticia la que recibimos y nos tiene a todos muy contentos”, señala Carlos Muñoz.

¿Pero quién es este mackayino radicado en Italia y que se encuentra desarrollando una destacada carrera profesional? “Estudié Ingeniería Comercial y saqué un master en Marketing en la Adolfo Ibáñez, y tuve la posibilidad de ir de intercambio. Por un tema de preferencia personal, quise venir a Italia. Al final me quedé vivindo acá en Roma, donde saqué un segundo master en Comunicaciones y  empecé mi carrera en el mundo de la publicidad”.

Estando en Roma, Carlos conoce a Cecilia – hoy su señora, con quien tiene dos hijos: Titín y Nina – y después de un tiempo de pololeo toman la decisión de venir Chile. “Con mi hermana abrimos un restaurante en Viña, pero la nostalgia de regresar a Roma, era muy grande”.

Al regresar a Italia, Carlos vuelve a trabajar con su ex jefe, con quien había mantenido muy buenas relaciones. Hasta que en el 2014 decide cambiar su rumbo.

“Después de haber trabajado en 3 agencias para clientes como Nokia, Land Rover, Visa y Opel, me di cuenta que quería hacer algo más “noble” en mi vida, algo con un mayor impacto social y algo que estuviera más en linea con mis valores. Con un poco de suerte y algo de perseverancia, logré crearme una oportunidad en el World Food Programme, donde llevé por unos 6 años las comunicaciones internas para un revolucionario proyecto tecnológico”.

Pero sus proyectos laborales no se detendrían ahí, ya que hace dos meses, Carlos se enfrenta a un nuevo objetivo, y  que lo tiene trabajando intensamente para el WFP en su nuevo rol, liderando las campañas de comunicación globales para la organización humanitaria más grande del mundo.

Ya en el ámbito personal, Carlos hace un repaso de lo que fue su vida en el Colegio Mackay  y los aprendizajes internalizados en su trayectoria escolar. “Creo que el lema “Vence el que se Vence” lo llevo muy dentro de mí y ha sido un pilar esencial en mi vida. Llegar a otro país sólo no es fácil, menos en un lugar como Italia, en donde el mercado laboral está saturado. Rescato los valores que el colegio entrega, los lazos de camaradería que se generan, el aprender a pensar por tus propios medios y el luchar para destacar”.

“Mi familia me dio las bases valóricas que me sostienen hasta hoy. Esos valores fueron continuamente reforzados en el colegio y hoy se han convertido en piezas claves en mi trabajo y en mi familia. Me considero un gran defensor del Mackay y de toda la filosofía que el colegio ha conservado a lo largo de todos sus años de existencia y que conforman la esencia de su tradición, incluído el patio de las palmeras”.