Entrevista a Jon Hyuk Pak, “Experiencias y aprendizajes”
La historia de Jon Pak en el Mackay se comenzó a escribir cuando este alumno de origen coreano llegó al colegio en Séptimo Básico. “Por suerte no fue difícil acostumbrarme, ya que cuando eres niño te adaptas rápidamente. Me hice de amigos y fui entendiendo lo que era la filosofía del colegio, una educación que busca formar líderes y personas fuertes para enfrentar la vida”, reconoce este exalumno de la generación 93.
Un desafortunado hecho hizo que “Jonito”, como sus compañeros lo llaman, fuera expulsado del colegio. “Fue una situación de la que no tuve la culpa, pero en su minuto no se entendió de esa manera. Por tal motivo, tiempo después me invitaron a volver al colegio. Regresé y terminé mi Enseñanza Media en el Mackay”.
Una vez egresado del colegio, Jon emigró a Santiago a estudiar Ingeniería en Acuicultura en la Universidad Andrés Bello. “Cuando estaba en tercer año, mi papá falleció en un accidente, por lo que me tuve hacer cargo de sus negocios, mientras seguía estudiando. No fue una época fácil, a lo que se sumó una estafa de la que fui víctima”.
Desilusionado de todo lo ocurrido en Chile y tras egresar de la universidad, Jon decidió partir rumbo a Estados Unidos a buscar nuevas oportunidades. Fue así como llegó a Los Ángeles. “A los dos días de haber arribado al país, ya tenía una oferta de trabajo. Entré a una de las empresas de manufactura de saunas más grande del mundo. Al cabo de un año tenía bajo mi responsabilidad a cerca de 400 empleados. La idea de la empresa era expandirse globalmente, pero ahí me di cuenta de que no tenía la experiencia para hacerme cargo de ello”.
Estaba en ello cuando a Jon lo llaman de Samsung de San Diego para una entrevista de trabajo. “En Tijuana se ubica la fábrica de televisores y monitores más grande del mundo, así que imagina, era la experiencia que estaba buscando”.
Pero Jon quería ir por más. Siempre se había sentido atraído por el mundo de las finanzas y por todo lo que envolvía al mercado de valores, y tras obtener un MBA, llegó a ser parte de la banca de inversiones suiza UBS. Luego fue reclutado por la gigante estadounidense Merrill Lynch, donde fue gerente de ventas, administrando más de 120 billones de dólares, y tiempo después, vicepresidente del US Bank. El desafío nuevamente se había cumplido y había que escalar al siguiente paso.
“Otro de los intereses que me motivaba era la filantropía. Como había participado en diversos directorios de esta línea, ello me llevó a ser parte del directorio de Kids Included Together (KIT), una institución que busca realizar la inclusión de niños con necesidades especiales, un trabajo que le comenzó a dar sentido a mi vida”.
Estaba en esta etapa cuando conoció Brain Balance Achievement Centers, una institución que ayuda a niños con discapacidad de desarrollo y aprendizaje. “Me decidí a instalar una franquicia de esta en San Diego, siendo la primera sede de Brain Balance en esta ciudad. Hoy me encuentro ad-portas de abrir una segunda sede, lo que me tiene muy contento”.
Hoy Jon tiene un feliz matrimonio y un hijo adoptivo de 21 años, que padece Síndrome de Down. “Él es luz, es un ángel que va iluminando nuestras vidas y a todos los que lo rodean”.
Así relata Jon un presente desde donde se proyecta con una hermosa iniciativa de entrega y ayuda social, y desde donde recuerda también lo que fue su paso por el colegio Mackay, junto a experiencias y aprendizajes que contribuyeron a convertirlo en el gran hombre que hoy es.
¡Mucha suerte Jon en este hermoso proyecto que te animaste a emprender en Estados Unidos!