Entrevista a Rodrigo León “Descubriendo esa pasión llamada Rugby”
Desde hace 3 años forma parte del equipo Old Fashion, una llegada que se produjo de manera casual. Así iniciamos una conversación con Rodrigo León, piloto comercial de Latam, quien relata que una invitación de Germán Gonzalez fue el puntapié para un anhelo que le venía dando vueltas en su cabeza desde hace tiempo.
“Uno de mis hijos mayores jugó rugby en Santiago y desde ahí comenzó una ímpetu por saber más acerca de este deporte. Siempre estuvo dando vuelta esa inquietud de poder jugar algún día, pero no fue sino hasta que llegamos a Viña del Mar que se me presentó la oportunidad, luego de una conversación que tuve con Germán González, quien me invitó a participar del equipo Old Fashion”.
Desde ese momento Rodrigo pasó a pertenecer a esta emblemática agrupación rugbística llamada Old Fashion, que aglutina a ex jugadores, exmacakayinos y apoderados del colegio Mackay. “La verdad que ha sido una experiencia maravillosa, ya que además me ha dado la posibilidad de compartir con mi otro hijo de 10 años que actualmente estudia en el colegio. El rugby se ha convertido en un motivo de conversación entre ambos”.
Perseverancia, varios entrenamientos y, por sobre todo, constancia, han permitido a Rodrigo avanzar en este disciplina deportiva de la cual existen varios valores que, según comenta, también le han servido en su vida personal. “Se da un gran trabajo en equipo y entre todos nos apoyamos. Puedo decir que el recibimiento que he tenido ha sido fantástico y a su vez me ha permitido establecer rápidamente lazos de amistad en esta ciudad que escogí para vivir junto a mi señora y mis hijos”.
Más allá de su experiencia con este deporte. Rodrigo ha tenido una importante labor durante los últimos meses y de la cual los chilenos nos hemos visto beneficiados. Cuando comenzó la pandemia, tuvo bajo su responsabilidad que vuelo que trajo un cargamento de ventiladores mecánicos, que han sido esenciales para el cuidado de los pacientes graves de COVID-19. Y solo hace un par de días, estuvo a cargo del vuelo que trajo un nuevo cargamento de vacunas desde China.
“Son casi 40 horas de vuelo. Un trayecto bastante cansador, pero sabemos que hoy nuestra función ha llegado con esa luz de esperanza para los chilenos”.
Rodrigo aún no sabe cuál será su próxima fecha de vuelo. Mientras tanto se alista para retomar sus entrenamientos en un deporte que cada día lo encanta y lo motiva a seguir progresando.