Fernando Méndez “EL COLEGIO ME ENTREGÓ VALORES UNIVERSALES QUE SIRVEN PARA TODA LA VIDA”

Grandes recuerdos de su paso por el colegio son los que este mackayino atesora en el corazón. En esta oportunidad conversamos con Fernando Méndez, actual Comandante de la Esmeralda, quien hace poca semanas regresó al país desde el 68° Viaje de Instrucción.

Dentro de su apretada agenda, se dio el tiempo para hablar de lo que fue su paso por el colegio y de cómo esto lo marcó en su vida profesional y personal.

“Entré al Mackay en Pre Kinder y estuve hasta Primero Medio. Por razones del trabajo de mi papá nos fuimos a vivir un año a Santiago, luego de lo cual entré a la Escuela Naval. Pese a que no egresé con mis compañeros, aún tenemos un fuerte vínculo de amistad”.

Vencerse a sí mismo, el honor y el Fair Play son algunos de los valores que Fernando destaca de la formación que el Mackay le entregó.  “Recuerdo con especial cariño al profesor Sergio Marchant, quien nos llevaba a trotar al “cementerio de los árboles muertos”, por el estero hacia adentro. Nos motivaba a vencer nuestros propios límites. Era a través del deporte que nos inculcaba estos valores”.

La carrera naval de Fernando lo ha llevado a enfrentar varios desafíos, que una vez más reflejan esa formación que de niño recibió en el colegio. “Me tocó vivir y trabajar en Inglaterra para la Armada inglesa, fui Primer Comandante de la Fragata Prat y me desempeñé como Oficial de Intercambio en la United States Pacific Fleet, siendo el primer chileno en ocupar este cargo. Hoy soy actual Comandante de la Esmeralda”.

En todo este recorrido, el saber inglés ha sido una pieza clave. “Pero más allá de esto, resalto todo lo que el colegio me entregó en mi formación, lo que finalmente se traduce en valores que son universales y que te sirven para la vida”.

“Si pudiera entregar un mensaje a quienes aún están en el colegio, les diría que sigan sus sueños. Que no olviden que solos pueden llegar más rápido, pero en equipo siempre llegarán más lejos”.

Hoy Fernando regresa al colegio, pero esta vez como apoderado. “Mi hijo pertenece a la misma casa Mackay que yo, y verlo con el uniforme es algo muy potente. Puedo decir que me siento súper mackayino”.