Sergio Ruiz García-Huidobro UN MACKAYINO EN BARCELONA

Se fue en búsqueda de un sueño y hoy ese sueño se hizo realidad. El mackayino Sergio Ruiz García-Huidobro (generación 2011) vive desde el 2023 en Barcelona, ciudad a la cual llegó a realizar un master en Psicología Deportiva.

Sergio fue también una importante figura en la creación de la rama de Football Old Macks, a la cual sigue apoyando.

Es el menor de 5 hermanos, todos mackayinos, por lo que desde muy pequeño, lo que se vinculaba al colegio le resultó familiar. Su padre les inculcó el gusto por deporte, por tanto, no era de extrañar que la pasión de Sergio, o “Keko”, como lo llaman sus cercanos, se inclinara en esta dirección.

Estudió Psicología, movido por una inquietud innata de querer aportar en el desarrollo del bienestar de las personas. La posibilidad de especializarse en el área del deporte, en la Universidad Autónoma de Barcelona, le permitieron unir su profesión con su pasión.

Esto lo llevó a ser parte del staff técnico que trabaja con los cadetes  ( sub 16) del Sant Cugat FC, club que compite con los grandes equipos de primera categoría en Cataluña.

Desde acá desarrolla un trabajo orientado en la gestión grupal, brindando herramientas para diferentes situaciones deportivas, como también un apoyo individual a los jóvenes con planes de acciones y seguimiento. Además, entrega asesoramiento al staff técnico en la gestión del equipo.

Sin duda es una destacada carrera la que este mackayino está liderando en España, llevando hasta ese país europeo el gran legado del colegio basado en valores, compromiso y el creer en uno mismo.

Desde su experiencia, hoy realiza un reconocimiento a todo lo que el colegio le entregó. “El Mackay me abrió oportunidades para crecer y aprender como persona. Los valores, el compañerismo y el poder involucrarme con la comunidad también fueron parte de ese aprendizaje. Ahora depende de cada uno el que esas oportunidades te permitan aportar desde donde más te gusta y te ayuden a ser cada día una mejor persona”.

Una gran reflexión que de seguro inspirarán a las futuras generaciones de mackayinos a apostar por sus sueños.