Daniel Araya EL ORGULLO DE SER MACKAYINO

1982, y un pequeño niño entraba por primera vez al Mackay. Su papá era ex alumno del colegio, y quiso replicar en su hijo la formación del colegio. Casi 30 años después de ese día, Daniel vuelve a sus días de infancia para recordar lo que fue su paso por el colegio.

“Tengo recuerdos de una infancia muy feliz en el colegio. Jugábamos fútbol en el patio chico que antes era de tierra. Los arcos eran unos limones. Yo era algo tímido, pero gracias al fútbol y el rugby fui formando mi personalidad. El deporte me llevó a ocupar el cargo de House Captain de Mackay en Cuarto Medio”.

Valores como el compañerismo, el vencerse a sí mismo – filosofía que inspira el lema del colegio, y aprender a competir con uno mismo para superarse, son aspectos que Daniel asegura haber aprendido en el colegio y que han forjado su vida personal y profesional a lo largo de los años.

Con especial cariño recuerda a Miss Teté, quien fue su profesora en Kinder “Ella sigue vinculada al colegio, y cada vez que me ve, cuenta que fui su alumno. No puedo dejar de mencionar al señor Lefián, y a grandes profesores como Patricio Morales, Hugo Fuentes y Guillermo Argomedo”.

Daniel hoy es papá de tres hijos, los dos mayores hombres. “Yo vivía en Santiago y parte de la decisión de volver a Viña fue porque quería que mis hijos estudiaran en el Mackay. Se convierten en la tercera generación de mackayinos”.

Grandes lazos de amistad con sus compañeros es otro de los aspectos que Daniel resalta con énfasis durante la conversación. “El colegio me marcó en este sentido y aún nos seguimos juntando con mis compañeros, e incluso con macakayinos de otras generaciones. Nos apoyamos cada vez que nos necesitamos. Esto es algo que rescato de ese lazo que se forjó en el colegio”.

“En mi familia somos mackayinos hasta la muerte. Estoy muy orgulloso de haber pertenecido a uno de los colegios más importantes de Chile, y esta es la formación que decidí también entregarle a mis hijos”, concluye, finalmente, Daniel Araya.