Andy McDonald – Navegando por el mar de los desafíos y sueños
Lleva 23 años viviendo en Rapa Nui, un lugar con el que se encantó desde la primera vez que pisó su tierra. Esta es la historia de Andy Mc Donald, mackayino generación 89, quien decidió dejar el continente atrás para iniciar su vida en este mágico lugar.
Desde muy pequeño se sintió atraído por el deporte, y en particular por el rugby. Fue seleccionado juvenil e integró por años Old Mackayans. A ello sumó su afición por la navegación oceánica. Fue así como por algún tiempo se dedicó a trasladar veleros dentro de Chile, hasta que se le presentó la oportunidad de llevar una de estas embarcaciones con destino a Australia.
“En el trayecto tuvimos una primera parada en Isla de Pascua. El recibimiento que nos dieron desde el primer momento que arribamos, fue maravilloso. Fue tanto lo que nos encantó el lugar, que nos terminamos quedando cerca de 2 meses” recuerda Andy en un rápido regreso a un pasado que atesora como algo único y especial.
Y por supuesto que debe ser así, ya que lo que hubiese sido una simple anécdota viajera, terminó convirtiéndose en la puerta de entrada para la vida que Andy comenzó a construir en la Isla, solo poco tiempo después.
De regreso desde Australia, Andy decidió hacer una nueva escala en Isla de Pascua, una parada que significó que se quedara definitivamente a vivir allí. “El acalde de esa época me encargó unos proyectos para la Dirección de Obras. En principio eran solo unos meses de trabajo, pero luego fueron saliendo otros proyectos que me llevaron finalmente a tomar la decisión de quedarme. A ello se sumó que conocí a Ovahe, la mamá de mi hija y el posterior nacimiento Heitiki, mi hija”.
Varios son los proyectos que Andy ha desarrollado en Rapa Nui, dejando en evidencia altas dosis de energía y creatividad, el motor que lo ha llevado a navegar por una vida repleta de desafíos y logros.
“Una gran parte de todo lo que he conseguido ha sido gracias a la formación que me entregó mi familia, pero también a la educación que recibí en el Mackay. La disciplina, los valores, el sentido de la amistad, en fin son muchos los aprendizajes que rescato del colegio”.
“Al colegio lo quiero hasta el día de hoy. Cada vez que voy al continente y paso por el frontis, me emociono hasta el fondo del corazón. La verdad es que el Mackay te prepara para todos los desafíos que te va presentando la vida, y te entrega la sabiduría y la humildad para enfrentarlos”.
A punto de cumplir 50 años, Andy confiesa que aún le quedan muchos proyectos por concretar. Y es que para él la vida pasa muy rápido y por ello hay que disfrutarla al máximo.
“Como proyecto pendiente me encantaría hacer expediciones a los canales del sur y también navegar en solitario por todo el mundo”.
Sin duda, que es una historia cautivante la que continúa escribiendo este mackayino, llevando muy en alto los valores que aprendió en su querido colegio Mackay, a lo que suma el profundo cariño por su Rapa Nui querida.